Las superficies, tanto metálicas como de hormigón, que hayan de ser pintadas deben presentar un estado de limpieza que está normalizado por diferentes organismos y que pretende obtener zonas limpias de óxido, suciedad y otros contaminantes.
Un sistema de recubrimientos se diseña normalmente en base a una durabilidad específica en un ambiente concreto y en base al coste de instalación y mantenimiento durante el ciclo de vida esperado de dicho sistema por la propiedad o cliente.
Teniendo en cuenta el tipo de ambiente al que se encuentra expuesto, el grado de corrosividad que presente y la durabilidad deseada por los usuarios finales, se aplica el tratamiento anticorrosivo más adecuado a cada situación para alcanzar resultados óptimos y de gran calidad.
Los productos y sistemas que ofrecemos son muy diversos y específicos dependiendo de los elementos a tratar y del grado de corrosividad según Norma UNE EN ISO 12944-2:
Aplicando el sistema más adecuado, obtenemos:
Garantía de perdurabilidad y simplificación de las tareas de conservación y de reducción de costes de mantenimiento